Implantes Dentales, Prótesis fijas

Los implantes son unos pequeños tornillos que se insertan en el hueso dental, del maxilar o de la mandíbula, con el fin de sustituir la raíz de un diente que, por diversas razones, se ha perdido. Tras insertarlo, colocamos una corona o prótesis que aporta la estética y funcionalidad. Se trata de una solución que ofrece resultados muy positivos y duraderos a largo plazo, ya que un implante bien cuidado puede durar toda la vida y actúa como un diente real.

¿Por qué ponerse implantes dentales?

Reponer los dientes perdidos es una cuestión de salud, pero también de estética . Quizá el aspecto que más notamos está relacionado con el habla o la función masticatoria de la dentadura. Es importante que los dientes encajen correctamente entre sí para evitar desgaste y fracturas.

Tras la pérdida de un diente, las piezas adyacentes tienden a moverse y a ocupar el espacio que ha dejado. Además, la falta de dientes supone una severa perdida del hueso dental, ya que el alvéolo deja de recibir el estímulo necesario por parte de la raíz dental, así que tiende a absorberse.

En cuanto a la parte estética, lucir una sonrisa sana y armónica ayuda a rejuvenecer el rostro, haciendo que nos veamos mucho mejor ante el espejo y sonriamos sin complejos.

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¿Cuándo es conveniente poner implantes dentales?

Ante la pérdida de una pieza, conviene actuar con celeridad y no pensárselo demasiado, Postergar el tratamiento implica poner en riesgo la funcionalidad de la mordida. Por ello, conviene colocarse un implante dental sin demasiada demora.

El proceso es mucho más sencillo de lo que piensas gracias a los avances en tecnología con los que contamos a día de hoy. La intervención para colocar un implante resulta muy poco invasiva y asegura al paciente un postoperatorio sencillo y sin grandes molestias.